Navegando sin las Tres Hélices del Desarrollo
«Si mi vida dependiera de resolver un problema en una hora, dedicaría 55 minutos a encontrar la pregunta correcta, porque con la pregunta adecuada, resolvería el problema en cinco minutos» Albert Einstein.
Siguiendo este principio, ¿Cómo puede Ecuador superar la fragmentación en su modelo de triple hélice para enfrentar el dilema del desarrollo económico en tiempos de incertidumbre? Las hélices, compuestas por motor, eje y palas, son clave para dirigir embarcaciones a puerto seguro. Pero si una está mal ajustada o dañada, compromete este equilibrio, afectando la dirección y estabilidad de la embarcación y sus tripulantes. De igual modo, en el modelo teórico de triple hélice, la integración estado-academia-sector privado es crucial para innovación y desarrollo económico de un país y su población. Un fallo en esta cooperación desvía la dirección estratégica y limita el progreso hacia metas sociales comunes. En Ecuador, esta estructura afronta una gran desconexión en la priorización de agenda e intereses, limitando la adopción de nuevos paradigmas para mejorar la competitividad.
En este contexto, Ecuador enfrenta la encrucijada de equilibrar la competencia con economías de bajos salarios en segmentos de baja gama y, simultáneamente, competir con economías avanzadas en sectores de alta tecnología y valor agregado. Según Giovanni Dosi, experto en economía de la innovación, abordar este desafío implica reformular los paradigmas que han orientado el actual desarrollo y la implementación de tecnologías en nuestro país. Desafiar los paradigmas resulta difícil en Latinoamérica, pues generar nuevo conocimiento se ve obstaculizado por la distancia respecto a la “frontera tecnológica”. Este fenómeno implica una dependencia de economías más desarrolladas para adoptar e implementar nuevas tecnologías en todas las industrias.
¿Qué se debe hacer entonces? Adoptar y adaptar estrategias exitosas de países avanzados en desarrollo económico, cuidando las diferencias contextuales. El Estado ecuatoriano debe ser promotor de la inversión en innovación, asumiendo el rol crucial de mitigar riesgos. No todos los proyectos de I+D logran consolidarse en el mercado ni recuperar sus costos, por lo que es fundamental que el gobierno no solo facilite un entorno favorable, sino que también dirija estratégicamente los esfuerzos de inversión en colaboración con las industrias, las universidades públicas y privadas, y los institutos de investigación estatales, alineándolos con las necesidades del país. Segundo, es crucial asegurar que las innovaciones lleguen al mercado y no se vean atrapadas por cadenas de comercialización monopólicas que protegen sus intereses. Tercero, alinear los intereses de la Triple Hélice es fundamental: centrarse en el «cómo hacerlo» más que en «quiénes participan». Por lo tanto, los institutos de investigación y las universidades son los actores naturales para liderar la inversión en I+D del Estado. Para lograrlo, deben superar las restricciones burocráticas, normativas e institucionales y trascender más allá de su función tradicional.
Sin embargo, nuestro país carece de un plan, tanto a nivel nacional como seccional. Las ideas actuales no superan los ciclos políticos y se empieza de nuevo constantemente. Los ciudadanos desean tener claro el camino a seguir. Así como un conductor se desorienta con cambios constantes en las señales de tráfico, las sociedades se retrasan cuando las políticas y planes de desarrollo cambian sin sentido con cada cambio de régimen.
Felicitaciones
Abordas lo clave, no hay un plan basado en la realidad